Avaricia



“Hablaron de Cristo…… no van a hablar de uno”
Adagio popular



No me perdonaron mis compañeros exitosos del colegio (uno de ellos ex presidente de una prestigiosa entidad financiera) mi post acerca de la iniciativa de los multimillonarios de donar la mitad de su fortuna para obras de beneficencia (ver post "La promesa de dar"). Durante una reunión de ex alumnos, el más ofendido de mis compañeros me dijo que, aunque el no compartía la iniciativa de Bill Gates por ser ésta meramente asistencialista (es el término que usan los economistas para referirse a la caridad cristiana), era injusto mi prejuicio de dar por descontado que “todo lo del rico es robado”, y que, de contera, cualquier muestra de generosidad de un rico es puro maquillaje que lleva implícita una ganancia oculta. También adujo que, en el fondo, todos los seres humanos tienen legítimo ánimo de lucro, incluso yo; y que mi crítica sobre el culto al éxito no era otra cosa que envidia disfrazada por no haber logrado construir un patrimonio considerable en casi cincuenta años de existencia. Luego puso el dedo en la llaga restregando lo que a su juicio era mi “doble moral”, al permitir que en mi blog aparecieran variopintos anuncios comerciales para monetizar mis opiniones de “mala leche”.

Esto último fue para mí una revelación. Quiero decir, que un hombre tan exitoso perdiera su valioso tiempo leyendo mi blog. Sin embargo le agradecí su diatriba, pues con ella me enteré de la posibilidad de recibir algo de dinero por los anuncios comerciales que aparecen aleatoriamente en “Con la pata al suelo”. Hasta donde yo entendía, eran sólo una molesta contraprestación que tocaba padecer por el beneficio de mantener el blog sin pagar por ello. ¡Lo que es tener olfato para el dinero! Razón le hallé cuando me compadeció por no haber logrado amasar una fortuna considerable en casi cincuenta años de existencia.

De tal suerte mi compañero del colegio despertó el espíritu emprendedor que tuve incubado durante casi medio siglo, y es así como ahora espero construir un patrimonio considerable en lo que me resta de vida.

Empezaré por este blog. De manera que solicito respetuosamente a los entrañables visitantes de “Con la pata al suelo” que abran las ventanas de la “Cienciología” y hagan clic en las “Vacaciones en Orlando” o piquen en los “Secretos para adiestrar al perro perfecto” y averigüen, si les provoca, sobre la “leche digestiva con prebióticos”, que con eso contribuirán a pelechar mi incipiente fortuna. Eso sí, difícilmente cambiaré mi opinión acerca de la avaricia de los banqueros en general y de algunos multimillonarios en particular.

Créditos foto: foto di scena de napoliteatro www.flicr.com

Comentarios

  1. Darío: ¡Mira que soy distraida!, no me había dado cuenta de los dichosos anuncios, hasta pensé en preguntarte como era que habías logrado adornar tu blog tan originalmente. Pues tú ni te fijes, cada quién se hace rico como puede, quien quita que el que me deje algún dinerito seas tú.
    Con tal de cuando seas ricachón no me desconozcas o te vuelvas avaro.
    En cuanto al éxito, creo que es un asunto bastante subjetivo, pienso que son exitosos los hombres y las mujeres que están a gusto con su piel, que se saben limpios de problemas con el fisco, que pueden salir a la calle libremente, que abrazan y besan seguido a los que aman, ya sean los hijos, la esposa, en caso de ser hombre o el esposo en caso de ser mujeres (aunque hoy día hay otros tipo de parejas, pero no pienso meterme en esa polémica). Los que ríen a diario, los que tienen amigos muy cuates, muy de verdad, los que lloran con una canción melancólica, los que disfrutan con una parillada en el jardín de su casa, los que bailan bien o mal, pero lo disfrutan como locos, los que escriben cartas lindas a quien corresponda y por último (al último dejamos lo mejor) los que AMAN y los que son AMADOS.
    Esos son para mi los hombres y las mujeres exitosos.
    Con mi cariño:La tía Ku

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  2. tía Ku, comparto completamente, con pelos y señales, tu concepto de éxito. De hecho, mis heroes insospechados y clandestinos son personajes exitosos a nuestra manera. Algún día escribiré un post sobre el fracaso y sobre ese maniqueismo estúpido del norteamericano promedio de reducir el tema del éxito y del fracaso a "winners & losers". Un fuerte abrazo.

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