Guía zurda de Bogotá X


(Peatón cosmonauta en el Planetario Distrital. Foto de Rafael Gómez B.)


El Planetario Distrital: Un OVNI petrificado en el Parque de la Independencia

Si se mira detenidamente hacia el cosmos proyectado en la cúpula de concreto, se advertirá a simple vista que Júpiter no guarda proporción con los demás planetas del sistema solar. Luce como el grandulón insípido del curso. Sin embargo, uno percibe con alborozo que su gran mancha roja es más hermosa que la ilustrada en el libro de geografía del quinto grado.

Pero he aquí lo más prodigioso: contrariando los cálculos de abstrusos científicos, una mosca astronauta demora tan sólo cuatro segundos en recorrer las cinco unidades astronómicas que separan a Júpiter del Sol en el recinto y, ¡cosa increíble!, no se quema.

En el domo intemporal del Planetario Distrital anochece y amanece varias veces en menos de cuarenta minutos, de manera que cuando acaba la función, es como si uno saliera a la calle algunos días después, más viejo tal vez, pero indiscutiblemente más sabio.

Ahora bien, lo mejor del Planetario es, para mi gusto, su gran proyector de estrellas. Consiste en una enorme hormiga metálica que gira sobre su eje lanzando rayos luminosos -con sus centenares de ojos multicolores- hacia la bóveda celeste, desviando así la atención de sus victimas que, adormecidas, sueñan con los luceros. Yo desconfío de ese insecto descomunal, y por eso -así lo mantengan bien alimentado- de vez en cuando le echo una mirada de reojo para vigilar sus movimientos perezosos, pues no me interesa culminar mis días como ración de criatura extra terrestre. Con todo, siempre vuelvo sobre mis pasos para ejercer en el Planetario de Bogotá, mi oficio de soñador.


créditos fotos: www.barriosdebogota.com y www.flickr.com De Jaliker

Comentarios

  1. "Me gustaba leer los libros de Salgari, de Verne ..., quería ser como [un] pirata de Salgari; a esos piratas lo vi muy buenos, muy generosos y hasta bondadosos ... y así quería ser, un pirata ... pero un pirata debía conocer los mares ..., y la geografía, para recorrer el mundo ... Debía estudiar las estrellas, pues ¿Cómo orientarse en el mar sin conocer las constelaciones? Había que estudiar cosmografía y también aritmética y geometría, pues las cosas se hacen a base de suficiente preparación. Quise ser de todo, astrónomo, geógrafo, ingeniero .
    Asi escribe Francisco Gabilondo soler, que llegó a ser director del Observatorio Nacional. No obstante, casi nadie conoció este lado de él, pues se hizo famoso componiendo canciones para niños. De hecho yo crecí escuchando sus canciones y deleitándome con ellas. Hoy, las oigo y me hacen llorar.
    Cariños de la Tía Ku

    ResponderEliminar
  2. Y en verdad si parece un ovni petrificadoen el parque de la calle 26 con 7a.

    ResponderEliminar
  3. Querida tía Ku: Indiscutiblemente el entrañable señor Gabilondo era un soñador que contagió de su "mal" a varias generaciones de niños latinoamericanos.

    ResponderEliminar
  4. Don Danilo, ¿y qué me dice de la gigantesca hormiga extraterrestre?

    ResponderEliminar
  5. Hay que llevar los nietos para que las hermosas palabras de la crónica se puedan percibir en otras dimensiones.

    ResponderEliminar
  6. Hay que llevar los nietos para que las hermosas palabras de la crónica se puedan percibir en otras dimensiones.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Cien años del barrio San francisco Javier de Bogotá, AMDG

De Boyacá en los campos… el tejo, nuestro deporte nacional

Bulevar Niza cambió sus gratas terrazas por más locales comerciales