Recetario del rebusque X

créditos foto: Juan Camilo Bedoya, www.flickr.com 

“…el chocolate es el único plato que los nativos de la Nueva Granada pueden hacer sabroso…”
John Stewart, viajero escocés de paso por Santa Fe en 1.835, citado por Cecilia Restrepo y Helena Saavedra en su libro “De la sala al comedor”

En la Florida venden chocolate esotérico y afrodisíaco

El chocolate debe ser espeso y bien batido; o si no, no. Así le gustaba a mi abuela Sofía y así le gusta a su nieto, por buen nombre Darío.

Cuenta un cronista de indias que durante la colonia algunas damas peninsulares se aficionaron tanto a esta bebida del nuevo mundo, que solían consumirla incluso en la iglesia antes de los servicios religiosos. Esta costumbre impía fue condenada so pena de excomunión por un cura de la Nueva España que murió envenenado, según dicen, a manos de las excomulgadas. Sólo Dios sabe si fue la teobromina cuyo efecto voluptuoso indujo a estas buenas señoras a cometer el homicidio del santo varón, o se trata de un chisme histórico sin fundamento propalado por viejas pacatas. El caso es que le atribuyen al chocolate poderes afrodisíacos e influencia en el ánimo. Por algo será.

Desde luego los capitalinos, como nuestros ancestros vernáculos, somos adictos al cacao. Y para satisfacer ese hábito inveterado, en la pastelería Florida de la carrera séptima con calle veintiuna, sirven en taza generosa el mejor chocolate de la ciudad. Claro está, salvo mejor criterio de algún lector de pata al suelo, que en cualquier caso deberá aportar pruebas contundentes de su afirmación. De manera que no hay que dejarse confundir por el aviso del establecimiento en cuestión donde se lee: “PASTELERÍA FLORIDA”. En realidad la Florida es una chocolatería donde también sirven exquisitos pasteles. “El nombre no es la cosa”, decía con frecuencia el profesor Carlos Gaviria, y ahora entiendo mejor su dicho metafísico. Por consiguiente, el apelativo de pastelería se dice en un sentido meramente convencional que no afecta para nada su condición -merecida- de ser la chocolatería más acogedora del centro de Bogotá.

He probado en mi vida chocolates de muchas calidades: ora aguados, ora grumosos, algunos aromatizados y otros, francamente insípidos. Pero el de la Florida tiene el equilibrio de la bebida perfecta. Afirman los que saben, que tan sabrosa preparación fue reinventada por don Eduardo Martínez, alquimista del cacao, hace más de setenta años. Hoy sólo sus descendientes iniciados en el oficio conocen la fórmula secreta. O sea que el de la Florida es un chocolate esotérico y afrodisíaco que propicia las reminiscencias, los atentados contra el clero -si nos atenemos a la historia, Dios no lo permita-, las declaraciones de amor y aun el encuentro furtivo de los amantes. Yo de ustedes me animaría a probarlo.

PD: Esta no es una entrada patrocinada, ni me pagan por publicarla. Sin embargo, no pierdo la esperanza de recibir un chocolatoso cheque a vuelta de correo, de parte de los amigos de la pastelería Florida.


Comentarios

  1. jajaja, no sabía que además de afrodisíaco, el chocolate fuera esotérico. Tu debes saber que en mi país, Ecuador, se producen los chocolates más ricos del mundo. Claro que acá nos especializamos en chocolates en tableta. Me gustaría probar el de la Florida, a ver si me da por atacar a un cura, jajaja

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  2. ¡Malo, sabes que tu tía no puede tomar chocolate!, bueno, no lo sabes, el caso es que ya estoy en la edad de "esto no, esto otro tampoco", aunque eso no impediría que te preparara un rico pastel y te hiciera no una, sino muchas tazas del, no es por nada, exquisito chocolate que se da por aquí. ¿Que esperas para venir a mi casa y dejarte consentir?
    Por lo pronto un beso santo de parte de tu mexicana tía: DK

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  3. Dolores, tía Ku, efectivamente el chocolate es famoso en Ecuador y en Mexico por su excelente calidad. En ambos países se ha desarrollado toda una cultura alrededor del cacao y en México le inspiró una estupenda novela a Laura Esquivel. Todo lo anterior me da pie para creer que no sean tan infundados los chismes históricos sobre las damas "curicidas" de la Nueva España.

    Tía Ku, yo todavía puedo tomar chocolate, de modo que lo tomaré a tu salud. Besos.

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  4. Hay un chocolate que hacía mi abuela Mercedes Valenzuela en Chocontá, el cual estoy seguro, era mejor que el de la Florida (que conozco de toda la vida). Pero mi abuela Mercedes ya murió para poder probar mi afirmación con hechos. JAJAJAJA

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  5. Entonces, don Danilo, a falta de pruebas contundentes, el de la Florida sigue siendo el mejor.

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  6. Sabía de su poder, seguro que por eso les gusta tanto a las sabias ancianas.

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  7. Gracias por tu visita, LuMaría. ¿Cuándo nos tomamos un chocolate?

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