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Mostrando entradas de enero, 2013

Alabanza de las hermanas

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(Mis hermanas. Foto familiar)   (La criatura, o sea yo. Foto familiar) Soy lo que soy gracias a mis hermanas. Lo cual no habla muy bien de ellas. Con todo, aceptemos que lo rescatable en mi humanidad se debe a su presencia en mi vida, y lo demás, digamos, mi lado oscuro, se debe más a mi proclividad a los porrazos que a sus buenas intenciones, aparte, claro está, de la malacara que tenemos los Gómez Ahumada.   Pero ese es un atavismo harto difícil de superar. Y es que las hermanas suplen con frecuencia la ausencia de la madre, más aún cuando sus hermanos, como en mi caso, han sido amigos tempraneros de los apósitos y las férulas que alivian las lágrimas producidas por las caídas de la infancia. Ellas estuvieron presentes entonces, y lo seguirán estando ahora que los porrazos son de otra índole, más metafísica quizás, pero porrazos al fin y al cabo. Es como si su hermosa condición de mujeres las indujera a extender de manera vitalicia su instinto protector   par

Cien años del barrio San francisco Javier de Bogotá, AMDG

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(Foto de H. Darío Gómez A.) Un espectro se cernía sobre Bogotá durante la primera década del siglo pasado: el espectro de la clase obrera. Para conjurar ese fantasma y “A  mayor gloria de Dios” , cómo no, la Compañía de Jesús importó de España a mediados de 1910 al padre José María Campoamor, S.J., quien debía establecer una obra social que lograra "la redención moral, económica e intelectual de la clase obrera" , es decir, adoctrinar a los trabajadores y a sus "Marías" para que no surgiera de su seno, pongamos por caso, una Flora Tristán, una Rosa Luxemburgo o peor aún, una vernácula María Cano que pusiera en peligro la propiedad privada.   En otras palabras, se buscaba aplicar la doctrina social de la iglesia contenida en la encíclica “Rerum Novarum” del papa León XIII, con el fin de erradicar cualquier brote comunista del incipiente movimiento obrero capitalino, cuyas condiciones de vida bastante precarias constituían un caldo de cultivo (como dice