El Régimen Subsidiado de Salud a lo montañero

(En cómodos fascículos semanales)

 (Créditos: caricatura de Argón, www.vanguardia.com)


Dictado por el maestro Feliciano Ríos (zapatero remendón) al peatón, que funge como Secretario Ad Hoc.
Por: H. Darío Gómez Ahumada, febrero de 2014


(El peatón, foto de Alejandro Gómez B.)

INTRODUCCIÓN

Igual que el esqueleto que sacan del escaparate cada que hay clase de anatomía en la escuela, así mismo salgo yo de mi zapatería cuando se necesita, pa contarles lo que sé de algunos temas. En esta ocasión me desempolvaron dizque pa que les hable sobre la atención médica de la población de pata al suelo. El régimen subsidiado de salud que llaman. ¡Qué hijuemadre ladrillo el que me encargaron! Mas, aunque yo no sé leer, muchos me escriben… por algo será.

Pero antes de lanzalres el primer ladrillazo, es menester que me presente. Soy Feliciano Ríos, el zapatero inmortal que les contó, primero al caldense Rafael Arango Villegas(1), y luego al tal Argos, un ingeniero antioqueño cuyo nombre de pila era Roberto Cadavid Misas(2), muchas anécdotas de la historia sagrada. Claro está que esos dos señores si eran escritores de verdad, no como el secretario que me tocó hoy, que es un rolo medio desabrido, pero eso sí, con ancestro antioqueño. ¡Pior es nada! y para algo habrá de servir. Todo sea por la memoria de su padre nacido en la “Bella Villa” y de su tía abuela Sótera, la solterona, que era de Pácora, Caldas (muy esdrújula la señora). O sea que ustedes sabrán perdonar los errores, pero todos son imputables al tangalón este que tengo ahora de amanuense, que no por haber nacido en la capital deja de ser montañero, igual que su padre.

Bueno. Pues les cuento que yo si he bregado mucho con eso de la salud, de modo que he aprendido a conocer mis derechos a punta de tutelas y peticiones. Un amigo letrado dice que ahora toca pedir las citas médicas en los juzgados. ¡Qué carajada! Así no debe ser la cosa. Por eso les voy a contar en cómodas cuotas semanales (para que no se me vayan a aburrir), cómo es que funciona el acceso a la salud, y así no tengan que estar voliando pata de dispensario en dispensario a ver si los atienden, como me ha tocado a mí por andar más vaciado que un sanitario.

Así, pues, los espero la próxima semana, muchachas y muchachos. Vayan preparando papel y lápiz, y las muchachas de más de treinta y ocho (porque no soy viejo verde), traigan unas foticos pa cargarlas en mi carriel.

(1)    Arango, Villegas, Rafael, “Bobadas mías”
(2)    Cadavid Misas Roberto, “Argos”, “Cursillo de Historia Sagrada”

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