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Mostrando entradas de abril, 2015

Arrebol taurino

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(Créditos foto: www.morguefile.com, Jetolla) Son las cinco en punto de la tarde. La Plaza de Toros tiene aforo completo. Un torero arremete con su estoque contra el astado que bufa iracundo, como presintiendo el final del juego sangriento. Salta entonces un chisguete carmesí que se mimetiza en la arena, mientras el animal, ebrio de muerte, comienza a dar tumbos. Una hermosa mujer del palco de sombra, toda vestida de grana, vocifera a rabiar:  ¡Qué estocada tan preciosa, mataor! Y cae pesadamente el valiente miura, haciendo retumbar la tarde aldeana. Yo no veo nada hermoso en ese rito crudelísimo. Supongo que a eso es a lo que deben llamar: "estética de la muerte"

Noticia rimada un poco sefardí

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(www.elespectador.com) "Si su apellido está en el siguiente listado, usted podría obtener nacionalidad española En total son 5.220 nombres y apellidos de judíos sefardíes que fueron expulsados en 1492". El Espectador 24 de abril de 2015 De mi ancestro sefardí no   hay certeza Pero si, con orgullo, del Quimbaya Y no hay ni riesgo de que yo me vaya Por pasaporte ajeno, qué pereza.

Noticia "real" un poco rimada

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(Foto El Espectador) Santos nombra a Miss Universo embajadora de Colombia contra la desnutrición El Espectador, martes 28 de abril de 2015 http://www.elespectador.com/noticias/nacional/santos-nombra-miss-universo-embajadora-de-colombia-cont-articulo-557519 Los niños de La Guajira que 'lloran y no botan lágrimas' La chicha puede ser su único alimento y la lluvia, su agua. Se desconoce cuántos niños wayúu mueren. El Tiempo, 26 de marzo de 2015 KIKO GÓMEZ, UN GOBERNADOR DE MIEDO, El Espectador, mayo 2013 El 4 de mayo pasado, la revista ‘Semana’ publicó un artículo titulado “Un gobernador de miedo”, en referencia al gobernador de La Guajira, José Francisco ‘Kiko’ Gómez. En el texto se asegura que “nunca un mandatario regional había sido objeto de cargos tan graves”. Contra el hambre luchará Paulina Leche y miel llevará a la Guajira Y aprovechará también la gira Pa retratarse con Kiko en la mina

Lírica procesal o poética judicial

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Salvo algunos artículos de nuestro Código Civil Colombiano -compendio lírico  de normas redactado por un  poeta venezolano que se afincó en Chile-, pocos escritos hay tan prosaicos en el mundo de las letras como los mamotretos jurídicos. Y ni que hablar de los fárragos judiciales. El poeta a que me refiero -ya lo habrán inferido los letrados- es don Andrés Bello, y uno de los felices acápites a que aludo es la definición de “aluvión”, que el artículo 719 del código en cuestión recita así : “es el aumento que recibe la ribera de un río o lago por el lento e imperceptible retiro de las aguas” . ¿No sugiere este verso, acaso, el sutil advenimiento de la soledad con toda su aridez, cuando nos abandona poco a poco y sin darnos cuenta el agua fresca del amor? Otra cosa bien distinta, más falta de elevación aún, es la literatura judicial. Cunden allí las piezas procesales como la que recibí por correo electrónico hace unos meses, remitida por un colega desconocido que  ponderaba con

"Tiempo de morir", ¿un verdadero western?

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(Foto de www.proimagenescolombia.com) "Por más caro que sea un hombre, no puede costar más que eso" Juan Sáyago refiriéndose a los dieciocho años de cárcel que pagó – “uno detrás de otro” - por la muerte, en un duelo, del padre de los hermanos Moscote. Aceptar públicamente que adoro los filmes de vaqueros y que, en cambio, la gran obra de García Márquez -salvo sus reportajes, cuentos y guiones- no me trasnocha, resulta políticamente incorrecto por estas calendas conmemorativas, más todavía en mi patria donde la unanimidad en ciertos temas es endémica. Sin embargo, esa circunstancia tan banal tiene como única virtud la de ser cierta. Quizá por eso, por tratarse de pistoleros, el guión de la película “Tiempo de morir”, escrito por nuestro Nobel de literatura y aderezado de manera estupenda con diálogos de Carlos Fuentes, me encanta. La historia de García Márquez tiene todas las trazas de un western. Los puristas del género me dirán que una verdadera p

El precio de la boleta: ¿una barrera de acceso a la Feria del Libro?

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"También en las artes y las letras el industrial desalojó al artesano" Nicolás Gómez Dávila El próximo   21 de abril de 2015 se iniciará   la vigésima octava versión de la Feria del Libro de Bogotá, un importante evento que es para la cultura del libro iberoamericano, guardadas las proporciones, lo que es La Divina Comedia de Dante para vislumbrar el pensamiento de la Edad Media. Es una estupenda oportunidad, ya no digamos para el encuentro de escritores y editores con el gran público, sino también para el deleite del ciudadano de a pie que cuenta con este espacio estelar para acercarse al libro que le es tan esquivo en otras épocas del año, ora por desinterés, ora por falta de tiempo o de dinero (sobran excusas para no leer). Lo cierto es que si bien la afluencia de público ha sido masiva históricamente, hecho que se ha visto reflejado en el éxito de las ventas, también lo es que muchos asistentes no pueden adquirir libros durante la feria por sus precios tan e

Oficios humildes de los astros

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(Ocaso en un pueblo de pescadores. Foto de H. Darío Gómez A.) Xué y Chía alguna vez fueron dioses, quien lo creyera. Así los nombraban con temor reverencial nuestros ancestros, porque al fin y al cabo eran los vigilantes del cosmos, que no es poca cosa. Mas, hoy sus descendientes posmodernos los llamamos de manera prosaica, sol y luna; así nomás. Y nuestra relación con tales astros es la misma que tenemos con la madre tierra: utilitaria a la manera de las enseñanzas de Jeremías Bentham.  El uno nos seca la ropa, nos da su energía, y la otra nos alumbra en las noches con su linterna de plata. Ya no hay reverencia. Al contrario, Xué y Chía nos trabajan a destajo, sin prestaciones ni contrato. Avaros, les exigimos demasiado sin ofrecer nada a cambio; como acostumbran los amos con sus criados.

Se murió el papá Noel de los colombianos

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(foto cortesía de La silla Vacía) Pero nos dejó de regalo su legado   “Yo había puesto en mi pecho un letrero que decía: cerrado por demolición. Y aquí me tiene usted pintando las paredes y abriendo las ventanas” C. Pellicer Carlos Gaviria Díaz, o papá Noel, como le decían candorosamente mis hijos, hizo con su ejemplo de vida una cosa muy rara aquí en Colombia: nos recordó que todavía existe en el sector público gente sabia, decente, leal, metódica y coherente. ¿Quién no puede decir que este San Nicolás laico y librepensador (porque a decir verdad era igualito a papá Noel), nos hizo el milagro de devolvernos   la esperanza en la probidad de las instituciones? La justicia social fue, sin duda, la preocupación más urgente del maestro Gaviria Díaz. Y quizá había otra coincidencia de Gaviria Díaz con San Nicolás de Bari, (aparte del parecido físico que ponen de presente mis hijos), en su opción de vida a favor de los desvalidos. Son memorables sus ideas democráticas y