Perdido en Florián (*)

(El peatón en el casco antiguo de la Ciudad de Panamá. Foto de Angela Gómez B)


Por: Héctor Darío Gómez Ahumada



Caminando por la calle de Florián,
sin darme cuenta me encontré perdido.
A preguntar me asomé a un bar florido,
cómo llegar a mi casa sin afán.

Una doncella me atendió en el zaguán,
henchidos sus pechos a mi pedido;
me dijo, señor, si usted se ha perdido,
hace más de un rato yo me perdí en Florián.

Flor perfumada que perdió su brillo,
en la mitad de la noche ruidosa.
Quiso el albur fuera mi lazarillo

esa muchacha, dulce, vanidosa.
Ya no me afana llegar al castillo,
prefiero su compañía peligrosa.


(*) La Calle de Florián, en Bogotá (Cra. 8 entre calles 11 y 12, donde hoy está el palacio de justicia),  era en los años cuarenta del siglo pasado una calle de dudosa reputación, donde merodeaban maleantes de poca monta y mujeres de vida “galante”.  Sobre el tema en cuestión, algún poeta de ocasión escribió unos versos que recitaban mi padre y mi entrañable pariente Rodrigo Peláez, pero que infortunadamente nunca pude aprender.  De modo que ante la impotencia de mi memoria, me atreví a escribir un soneto sobre el tema de marras, totalmente reinventado a partir de un vago recuerdo.  El soneto, si algún mérito tiene, cumple al menos con la métrica que mandan los cánones, es decir, está compuesto por versos endecasílabos en cuatro estrofas (dos cuartetos y dos tercetos) que riman el primer verso con el último de cada estrofa.  Ah, caramba!

El ejercicio "poético" sólo vale como una forma particular de rendir tributo a la memoria de mi padre.
 

Comentarios

  1. Una agradable forma de combinar la visión de las cosas (la calle en este caso) con recuerdos familiares y con el ejercicio poético.¡Te ha quedado muy bien!
    He ampliado la foto para observar los balcones de las casas, me gustan esos edificios.
    Un afectuoso saludo.

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    Respuestas
    1. En efecto, Chela, la ciudad antigua de Panamá cada vez está más bella merced a la estupenda labor de restauración de sus edificios y casonas coloniales.

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