El Biblocarrito R 4 de Laura y Arco
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(Laura y el Biblocarrito R 4 en FILBO 2017. Foto de H: Darío Gómez A)
El 6 de mayo de 2017 no había nada nuevo que
ver en la Feria Internacional del Libro de Bogotá. Sin embargo, me dio por
visitarla para perderme en la muchedumbre que asistió el sábado
de marras. Una pulsión extraña invadió mi índole solitaria, obligándome a mutar
temporalmente en hombre-masa, al menos
hasta que recuperé mi individualidad después de abandonar la turbamulta.
En cualquier caso, mi arrebato masoquista tuvo su compensación, pues entre la multitud de noveleros pude
rescatar un tesoro extraordinario: una curiosa biblioteca rodante montada en un
viejo Renault 4
¿Qué colombiano, mayor de treinta años, puede
decir sin llamarse a engaño que no lleva en el alma un Renault 4? Ninguno. En
efecto, el simpático carrito de origen francés es la esencia misma de la
colombianidad, aunque suene paradójico. Curioso eso de recordar un vehículo
como a un ser querido. Pero aquello del recuerdo es tan subjetivo que a veces
comenzamos a creer con Heine, el poeta, que somos el sueño de un Dios
adormecido por el vino y que cuando despierte desapareceremos sin saber que hemos
existido. Ahora bien, si el vehículo en cuestión es, además, una biblioteca
ambulante, el asunto adquiere un tinte épico.
No menos encantadora es la pareja de jóvenes (Laura
y Arco) que concibió y llevó a cabo el proyecto de llevar la cultura y el
entretenimiento del libro a las comunidades con dificultad de acceso al sistema de bibliotecas públicas, en los ejidos de la
ciudad.
El biblocarrito R4, como lo llaman sus dueños con
cariño, trajo a mi memoria la película “Trafic” de Jacques Tatí, cuyo personaje
central es precisamente una furgoneta Renault 4, algo surrealista, diseñada por el inefable Sr. Hulot para contener en su habitáculo diminuto una
casa con todas sus instalaciones y servicios. Pues bien, el biblocarrito de
Laura y Arco, menos surrealista si se quiere, contiene, sin embargo, toda una
biblioteca, es decir, el universo para entregarlo a domicilio a los lectores
que habitan los márgenes de nuestra frenética ciudad. Cómo no enamorarse uno
del biblocarrito R 4.
Invito, pues, a los visitantes de la pata al
suelo a colaborar con la gesta cultural de Laura y Arco donando libros. Para
contactarlos, escribir a: arcodgv@gmail.com
Vale
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