Cientouno (101)

+ Ciento uno es un número impar que sugiere infinitud y un tanto más. Al igual que las “mil y una noches” arabes que Borges propone como la adición de la unidad al infinito. Tan desmesurada magnitud me recuerda el grito de batalla del guardián espacial de la película Toy Story , Buzz Lightyear: "Hacia el infinito y más allá." En todo caso, a mi juicio, pasar de cien es mucha gracia, ya sea en años -de buena o mala vida-, o en número de entradas de un blog. Y he llegado -quien lo creyera- al cabo de un año exacto del nacimiento de este blog, a la entrada número ciento uno. Acaso mi persistencia en mantenerlo vivo -con gran esfuerzo- sea su único mérito. El maestro Baldomero Sanín Cano sostenía que el hombre escribe libros de viajes para liberarse de la atracción terrestre. Y en efecto, al hacer el balance de los mejores libros que se han escrito, uno cae en la cuenta de que todos son libros de viajes. Yo no soy un escritor, claro está. Pero sí un peatón inve...