En el “Festival de la chicha, la vida y la dicha” del barrio de la Perseverancia, hasta los toldos donde venden la bebida conmemorativa están patrocinados por Cerveza Aguila. ¡Qué ironía! Pero al fin y al cabo, qué es lo que no está patrocinado en nuestra patria por esa dichosa cervecería. Quizá la nueva generación del barrio no recuerde que hace sesenta y cinco años el Ministro de Higiene, Doctor Jorge Bejarano, proscribió la elaboración de chicha por considerar que su consumo era inmoral, antihigiénico y embrutecía al pueblo. Lo que omitió aclarar en su momento el ministro de marras, es que no es la chicha en sí lo que embrutece, sino el exceso de consumo de alcohol, ya sea el producido por la fermentación de la bebida ancestral o por los cuarenta grados Gay Lussac del whisky importado de Glasgow que consumían en el Gun Club los amigos higiénicos (¿e inmorales?) del funcionario en cuestión. O por la cerveza, cómo no, que se convirtió en la bebida popular sucedánea de l...