Asesinatos prosaicos

“Quid tam horribile, tam tetrum, quam hominis trucidatio?” Lactancio, citado por Thomas de Quincey en el libro “Del asesinato considerado como una de las bellas artes” Nada justifica un asesinato. Por grave que sea la ofensa recibida jamás se debe ejercer la venganza privada, pues, mal que bien (más mal que bien), existe la justicia de los hombres; y cuando ésta no se aplica (lo cual sucede a menudo), nos queda el consuelo de la justicia divina y aun de la justicia poética. ¡Qué fácil es decirlo!, pero en la práctica, cuando somos víctimas de una afrenta, así sea pequeña, nos convertimos en presa fácil de la ira y con alguna frecuencia llegamos a lanzar expresiones como: ¡Yo lo mato! Por fortuna tales verbalizaciones casi nunca se llevan al terreno de los hechos y terminan simplemente en la anécdota. Sin embargo, no son pocos los crímenes producto de la ira, la banalidad y la intolerancia. La crónica roja de los diarios vespertinos da buena cuenta de esta afirmación. Hace u...