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(Epigramas de 10 mega píxeles)



(Gary., Foto de Alejandro Gómez B.)

Para Gary in memoriam




Pinche gato basurero,
Malviviente,
Amigo de vagos y malandrines (entre los cuales me incluyo).
Apostaste en una mala racha de suerte
Tu séptima vida
a la rueda de un camión.
Mas la cuenta estaba sin fondos,
Gato canijo.
¡Y la pelona te llevó!
Bien merecido lo tenías, mugre minino;
Pero el hecho es que apostaste también
Contra la chequera de mi corazón.

 

(Gary, foto de Alejandro Gómez B.)

Comentarios

  1. Pienso, que a pesar de todo estara feliz en la estrellita donde van los gatos.

    Cariños

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  2. Así es, querida Martha. Gracias por tu sentida nota. Un fuerte abrazo.

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  3. Darío: Creo que de mi parte, hay una fuerte antipatía por los gatos. Creo que se debe a algunas malas experiencias que he tenido con los mininos.
    Viví una vez, con mi madre y mi hermano, en una departamento alquilado que pertenecía a dos viejitos. Ellos habían tenido su tiempo de esplendor, pero cayeron en desgracia y tenían que alquilar parte de su enorme residencia.
    La señora tenía 26 gatos en la azotea y estaban separados en jaulas , gatos en una y gatas en otra. Alguna vez subí a la azotea, me estremecí horrorizada al ver como aquellos animales se erizaban, chillaban y se prendían a los alambres de sus jaulas.Muchas noches soñé con que esos gatos se me abalanzaban para comerme.
    Ahora comprendo que los pobres gatos ni siquiera se preocupaban por acicalarse, estando privados de su libertad y sin sexo.
    Bueno, feliz estadía para Gary, en el cielo de los gatos.
    Saludos desde hasta acá: DK
    pd.- Te dejé un comentario en tu relato anterior.

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    Respuestas
    1. Una verdadera pesadilla. A mí, en cambio, si bien me parecieron los gatos animales distantes, cuando apareció éste en mi vida (contra de mi voluntad) se ganó mi cariño, pues era el compañero de mis lecturas. Como yo, era un vago sin destino conocido durante el día, pero en las noches se sentaba en mis piernas para acompañarme mientras leía.

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